LAS 5 DUDAS MÀS COMUNES DURANTE EL EMBARAZO

El momento del embarazo es una de las épocas más especiales en la vida de una mujer. El cuerpo experimenta muchos cambios para acomodar a la criatura que se desarrolla, y por lo tanto comienzan a aparecer dudas y temores en cuanto hasta que punto se puede continuar con algunas de las actividades y costumbres de todos los días, al menos durante los nueve meses de embarazo.
Si bien cada embarazo es diferente y antes que nada hay que seguir las instrucciones del ginecólogo en cada caso en particular, aquí recopilamos algunos de los temores más frecuentes de las mujeres cuando están embarazadas.

1.- Las relaciones sexuales: Una de las preocupaciones más comunes es si el sexo puede provocar la pérdida del embarazo. No existe base científica al respecto. Se puede mantener una actividad sexual normal desde el inicio del embarazo hasta el momento que la mujer se pone de parto. Aunque siempre es importante consultar con el ginecólogo si dado un caso particular existe alguna indicación de abstinencia sexual en el embarazo. Las mujeres en riesgo de parto prematuro, que han estado con contracciones o durante otros embarazos han tenido casos de matriz incompetente (cérvix incompetente) deben consultar al médico ya que el sexo no sería aconsejable en estos casos.

2.- Teñirse el pelo: Se aconseja que sobre todo en el primer trimestre (cuando se forman todos los órganos del bebé) no se debe tener contacto con sustancias tóxicas; y el plomo que contienen algunos tintes, es una de ellas. Hoy se pueden encontrar distintos productos naturales (tintes vegetales) que aunque no son permanentes, ayudan a mantener el color de pelo durante un tiempo prolongado. Aún así, lo mejor es usar guantes para que la piel absorba menos tintura. Hay que asegurarse de que el ambiente esté bien ventilado y de no dejar la tintura por más tiempo de lo que recomiendan las instrucciones, ni acercarla demasiado al cuero cabelludo. En general, los expertos prefieren que una embarazada se haga mechas o highlights en vez de tinte completo para evitar que se absorban tintes a través de la piel.

3.- Pedicura y manicura. El obstetra Peka Soini dice que como regla general cualquier químico fuerte e intenso tiene el potencial de entrar al torrente sanguíneo y llegar a afectar el bebé. No existe evidencia de que la cantidad de químico que hay en un frasquito de esmalte pueda perjudicar a la criatura, pero es aconsejable no inhalar el esmalte directamente y sobre todo en un ambiente sin ventilación. Por otra parte, hay expertos que aconsejan evitar los esmaltes con formalina (formol) y tolueno.

4.- El consumo de cafeína. El doctor Peka Soini explica que no hay evidencia de que el consumo moderado de cafeína (2 ó 3 tazas al día) se relacione con la posibilidad de sufrir abortos o malformaciones en el bebé. No obstante, durante la gestación, son frecuentes las molestias digestivas (acidez, pesadez de estómago, náuseas...), sobre todo durante los tres primeros meses, debido a la revolución hormonal, y también durante los dos o tres últimos meses, como consecuencia de la presión que ejerce el bebé sobre el estómago. La cafeína aumenta la secreción de ácido clorhídrico y de pepsina en el estómago, y es por ello que el café y otras bebidas que contienen cafeína no son recomendables durante el embarazo, dado el caso de molestias digestivas. También hay futuras mamás que notan que su bebé se mueve y patea mucho más si han tomado una gaseosa con cafeína o un café, así que presta atención a cómo reacciona tu bebé para ver si te conviene reducir la cantidad.

5.- El estrés: El período de embarazo en si mismo es de mucho estrés para algunas mujeres. Se pueden experimentar sentimientos de felicidad y tristeza, todo al mismo tiempo. Pero si el nivel de estrés es muy alto, puede llevar a un parto prematuro o al nacimiento de un bebé en término (38 semanas de gestación o más) pero de bajo peso, por lo que es aconsejable aprender a controlarlo.

Lo importante es reconocer que es lo que produce estrés y evitarlo. A continuación algunos consejos para lograrlo:
-Comer saludablemente y beber mucha agua.
-Hacer ejercicios (aprobados por el médico).
-Relajarse descansando lo que el cuerpo necesite.
-Evitar situaciones que causen estrés.