La señal màs evidente de que el cuerpo quiere alimento es la reacciòn fìsica del estòmago que indica que llegò el momento de comer.
Cuando de educaciòn se trata, el estòmago no conoce modales, ya que si no lo llena de imediato, emitirà una señal audible llamada "RETORTIJÒN DE HAMBRE".
Estas son simples contracciones musculares que se producen cuando se comprime el aire existente en el tracto digestivo cuando està vacìo.
El hambre y el apetito son procesos completamente diferentes. El hambre es la necesidad de alimentos, producto de una reacciòn fìsica que incluye cambios quìmicos en el organismo relacionados con un nivel naturalmente bajo de glucosa en la sangre, varias horas despuès de comer. Por otro lado, el apetito es el deseo de alimentos, es decir, una reacciòn màs bien sensorial o psicològica que estìmula una respuesta fisiològica involuntaria.
A medida que se han realizado estudios sobre las funciones cerebrales, los cientìficos han descubierto que el hipotàlamo, parece albergar los controles del apetito en un àrea del cerebro en donde se fabrican las hormonas y otros productos quìmicos que controlan el hambre y el apetito.
DATOS
Algunas de las razones por las que pensar que hacer ejercicio abre el apetito es errado es que el ejercicio extrae la energìa almacenada de los tejidos corporales, de modo que los niveles de glucosa permanecen estables y no se siente hambre.
Ademàs, el ejercicio hace màs lento el paso de los alimentos por el tracto digestivo, es decir que el estòmago se desocupa màs despacio y hace que uno se sienta lleno mucho màs tiempo.
Algo muy importante es que ejercitarse reduce considerablemente la ansiedad, lo cual puede traducirse en sentir menos deseo por comer una merienda. Debemos considerar que si comemos inmediatamente despuès del ejercicio nos sentirìamos llenos pero podrìamos desarrollar calambres e incluso acidez.
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